Majana
JOYERIA

Trabajo con la cerámica desde hace algunos años. La experiencia que tengo en este campo me ha enseñado que la nobleza de este material me permite transformarlo en casi cualquier cosa que desee, tan versátil y amable como es; es mucho el provecho y satisfacción que se obtiene a partir de la arcilla. Tanto a nivel personal como profesional, se trata de un ejercicio constante de aprender a explorar, experimentar y reformular, saber dejar ir y también desarrollar paciencia.
Siguiendo estos principios, y agregándole el factor fuego como herramienta modeladora o medio bajo el cual la arcilla se somete y cambia su materialidad; es mi intención integrarla a otro material que siento se rige bajo el mismo principio, como es el metal.
Éste funciona como soporte, cuerpo y conector de las formas de la cerámica: contuvieron su fragilidad y la volvieron resistente, real; como una experiencia que pasó en su momento y dejó de ser, para transformarse en recuerdo y posteriormente pasar al plano de los sueños. Las formas varían, como las vivencias que nos modelan, y definitivamente no existe pieza (ni momento) idéntico a otro.